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"Tres años le llevó a la sociedad de Los Antiguos renacer de las cenizas"

8/08/11 El intendente del pueblo santacruceño recordó cómo hizo la sociedad para salir de la situación. Además, recomendó “no cometan el error de irse”. A fin de mes, una delegación de estudiantes de Los Antiguos visitará Angostura.

La población de Los Antiguos, en la provincia de Santa Cruz, vio, sorprendida, como en cuestión de minutos el cielo se cerró el 13 de agosto de 1991 y cayó la noche sobre el pueblo. Durante dos días estuvieron en penumbras recibiendo millones de metros cúbicos de ceniza volcánica que arrojó el volcán Hudson, ubicado en Chile, a unos 100 kilómetros en línea recta.
La furia de la naturaleza los dejó al borde del abismo. Pero renacieron. “Casi tres años nos costó, pero hoy tenemos un pueblo floreciente, turístico que volvió a reverdecer”, destacó el intendente Oscar Sandoval.
El macizo cordillerano hizo dos erupciones, según el libro “La erupción del volcán Hudson en 1991 del Sernageomin”.
La primera ocurrió el 8 de agosto de 1991, pero las cenizas no llegaron hasta Los Antiguos. La segunda fue la más violenta. Se desarrolló entre el 12 y 15 de agosto y los vientos del Pacífico arrastraron las nubes de cenizas de la columna de hasta 18 kilómetros de altura que expulsó el volcán, que estuvo en actividad hasta finales de diciembre de 1991.
“El 13 de agosto nos llegó la ceniza y de pronto se hizo de noche”, rememoró ayer Sandoval en diálogo telefónico con La Mañana de Neuquén. “Estuvimos dos días así, que no veíamos a un metro de distancia, con truenos, relámpagos, el viento que levantaba mantos de ceniza”, recordó. Indicó que cayeron entre 30 y 35 centímetros de ceniza en toda la zona.
“Al día siguiente fui caminando a la Municipalidad y se me cayeron unos lagrimones porque era un paisaje lunar”, señaló.
“En el momento en que empezaba a suceder desconocíamos el origen de toda esa nube de cenizas y si era peligroso”, admitió.
Sandoval había llegado a la intendencia del pueblo en 1987 y apenas comenzó la emergencia se puso al frente como jefe de Defensa Civil.
Recordó que reunieron a la población y nombré jefes de manzanas preparándonos para la evacuación que se hizo días después, en forma voluntaria.
Además, ayudaron a los 2.500 habitantes de Chile Chico, en coordinación con el Gobierno de Chile, abriendo las fronteras para evacuarlos hacia Comodoro Rivadavia y desde allí siguieron hasta la localidad chilena de Coyhaique.
Indicó que Los Antiguos está a unos 100 kilómetros en línea recta del Hudson. La localidad está en la zona de la precordillera, cerca del límite con Chile.
Cuando pasó la peor parte y mejoró un poco la visibilidad para circular por las rutas de la región, se resolvió evacuar a mujeres, niños y ancianos. También hubo familias que se autoevacuaron.
Sacar las cenizas
“Una vez que nos quedamos los hombres, también muchas mujeres, comenzó la etapa para organizar la remoción de las cenizas”, sostuvo. “Queríamos salir adelante con todo el coraje que nos caracteriza a los patagónicos”, afirmó.
Dijo que para sacar la ceniza sirvió todo: camiones, camionetas, máquinas, tractores, carretillas”. Los camiones y maquinarias llegaron de numerosos puntos de la provincia y del país.
También colaboró el Ejército “y nos pusimos a trabajar en conjunto con el INTA”.
Dijo que hubo que remover la tierra de todas las chacras para que la ceniza quedara debajo, como un triste recuerdo. Indicó que se sacaron 37.000 camionadas de ceniza, en una superficie de sólo cuarenta cuadras que tenía el pueblo. “La tarea era titánica”, aseguró el intendente.
Fue muy difícil limpiar las acequias, porque estaban llenas de cenizas y sin agua y las ovejas se enterraban. Dijo que murieron alrededor de 3 millones de ovejas en la región.
Recordó que había unos 1.500 habitantes que se dedicaban, sobre todo, a la cría de ovejas, de vacas y a la producción de las chacras pero a baja escala.
“Teníamos un solo teléfono que funcionaba de vez en cuando”, rememoró. Lo único que tenían a mano era el equipo de un radioaficionado. No existía Internet y el único medio de comunicación que llegó tras la erupción fue ATC.
Señaló que la ayuda en ese momento llegaba a Comodoro Rivadavia, pero las cenizas dificultaban la visibilidad y era imposible avanzar por las rutas hasta Los Antiguos.
La mayor demanda por entonces era el agua envasada porque los ríos y el lago Buenos Aires estaban con cenizas. “Además no sabíamos si estaban contaminados”, apuntó.
Depresión
Indicó que “a los tres meses de trabajar incansablemente, a pura pala y carretilla, llegó un momento en que el pueblo bajó los brazos”.
Dijo que en ese momento crítico fue importante la ayuda que tuvieron de psicólogos de la Universidad de El Salvador y de la Universidad Nacional de Córdoba para sostener a la población que quería rendirse.
“Había que levantar el ánimo, porque la misión era durísima, sacábamos y sacábamos ceniza y parecía que estábamos siempre igual”, relató Sandoval. Sostuvo que “más del 60% de la población se fue”.
“Casi tres años nos costó, pero hoy tenemos un pueblo floreciente, turístico que volvió a reverdecer”, destacó Sandoval.
Recomendó a la población de Villa La Angostura “que no cometan el error de irse como hicieron muchas familias acá y que casi regalaron sus terrenos y después volvieron a los tres o cuatro años y les costó muchísimo recuperar la tierra”.
Hubo muchos que se arrepintieron después de haber abandonado el pueblo”, indicó. Por eso, recalcó que de este tipo de desastres naturales “se sale adelante. No es como ocurrió en Chile con un terremoto que murió gente o un tsunami”.
Una oportunidad
Sandoval dijo que “el volcán nos sirvió para hacernos conocer porque hasta ese momento Los Antiguos no era conocido”. Destacó que aprovecharon “ese impulso para fomentar el turismo, la ganadería y la fruta fina”, que hoy se exporta. “Por eso, fue una gran oportunidad”, añadió. Hoy, la población estable de Los Antiguos es de unos 7.000 habitantes.
“Nos levantamos con esfuerzo, con mucho sacrificio, con trabajo, esperanza, dejamos de lado todas las banderías políticas, porque primero estaba la familia y el lugar”, aseguró. “En dos años más van a estar orgullosos”, pronosticó.
Estudiantes viajan a Villa La Angostura
Sandoval, dijo que un grupo de quince estudiantes del secundario 15 de esa localidad viajará a Villa La Angostura, junto con docentes y técnicos del INTA y del Consejo Agrario de Santa Cruz, para exponer sus experiencias tras el desastre del volcán Hudson.
Señaló que lo harán el 26 y 27 de agosto con todo el material que se ha preparado sobre el tema del Hudson y la reconstrucción de Los Antiguos.
“Es material de todo lo que nosotros vivimos”, apuntó Sandoval, quien destacó que la visita la coordinaron con el intendente de Villa La Angostura, Ricardo Alonso.
Sandoval recordó que el año pasado “estuvimos trabajando con los hermanos chilenos del Chaitén”. “Después se van a acordar de esto como una película”, afirmó.
Fuente LMN

Diario Andino Digital