Antes de la independencia de Kazajistán, la agricultura intensiva e industrial ya era una práctica generalizada. Con el paso del tiempo, esta actividad cobró un elevado precio, causando una gran erosión por el viento y el agua, como también suelos contaminados por residuos tóxicos y sal.
Durante la década de 1960, los principales ríos que desembocaban en el mar de Aral fueron desviados para el riego masivo y el mar empezó a retroceder lentamente, con consecuencias económicas, sociales y medioambientales devastadoras. Antes había más de 1.100 islas dispersas por la región. En la actualidad, no tiene salida al mar y sufre un elevado nivel de desempleo. El 85 % de la población se ha marchado en busca de una vida mejor en otros lugares.
El proyecto Red de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (BES-Net, por sus siglas en inglés) del PNUD ha promovido prácticas de gestión sostenible de la tierra para combatir los efectos de la desertificación, restaurar la productividad de la tierra e incentivar mejores medios de subsistencia. BES-Net es una iniciativa del PNUD junto con otros socios de la ONU, la UNESCO y el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del PNUMA, con el apoyo del gobierno de Alemania y SwedBio.
Sitios web:
https://www.undp.org/es/historias/estoy-seguro-de-que-la-region-del-mar-de-aral-prosperara-en-el-futuro https://earthobservatory.nasa.gov/world-of-change/AralSea/show-all